La piel atópica es una enfermedad de la piel que suscita preguntas sobre su compatibilidad con la depilación láser e incluso sobre su propia condición, confundiéndose en ocasiones con la piel sensible. A continuación te brindamos la información necesaria para diferenciar ambas y saber cómo afecta la depilación láser a este tipo de pieles, qué cuidados pre-tratamiento o post tratamiento pueden necesitar para realizar el procedimiento y si otras alternativas son recomendables para personas que puedan sufrir estas alteraciones cutáneas.
¿Qué es la piel atópica y cuál es su relación con la depilación?
La piel atópica, también conocida como dermatitis atópica o eccema, es una afección cutánea, crónica en muchos casos, que se caracteriza por una extrema sequedad, piel escamosa, irritación y picazón recurrente. Las personas que padecen esta afección generalmente tienen un sistema inmunitario altamente reactivo y son propensas a sufrir alergias como asma o rinitis.
Los principales síntomas, además de los mencionados, incluyen la descamación y tendencia a otras infecciones bacterianas recurrentes debido a la debilitación de la barrera cutánea. La piel en estado normal produce una película grasa que aporta protección que se ve reducida o eliminada en estos casos.
La dermatitis atópica también se asocia con liquenificación o engrosamiento de la epidermis y las lesiones frecuentes suelen localizarse en codo, rodilla, cara y cuello pudiendo llegar a extenderse por todo el cuerpo.
Las personas con piel atópica pueden sufrir brotes periódicos desencadenados por factores externos como el estrés, sustancias irritantes, clima frío y seco y también en casos de sudoración excesiva.
Piel atópica y piel sensible ¿Son lo mismo?
La piel sensible es una condición que no está considerada una enfermedad sino un tipo de piel, por tanto no son equiparables aunque comparten cierta sintomatología. Este tipo de piel tiene reacciones diferentes ante las agresiones externas comparada con la piel normal. Generalmente pica, arde y muestra tirantez y puede mostrar rojeces o erupciones similares a los casos de piel atópica.
La mayor diferencia entre ambas es que, mientras la piel atópica se altera por la influencia de factores externos y puede ser tratada mediante los cuidados, higiene y productos adecuados hasta que los síntomas persistentes desaparecen, la piel atópica es una situación crónica que puede persistir durante toda la vida y su tratamiento, de carácter médico, solo consigue reducir algunas de las molestias causadas por los síntomas.
Compatibilidad de la depilación láser con pieles atópicas
Una vez que conocemos qué es realmente la piel atópica y la diferencia con una piel sensible responderemos a la pregunta que da título a este artículo. La depilación láser es compatible con la piel atópica siempre que no se realice el tratamiento sobre un brote. Evitando esta situación, puede considerarse el mejor método para eliminar el vello en las personas que sufren esta enfermedad.
La tecnología de láser diodo es capaz de adaptarse a cada tipo de piel, con un estudio previo los especialistas podrán ajustar la intensidad y periodicidad de la sesiones para evitar cualquier problema y el resultado, que será la reducción paulatina del crecimiento del vello así como su grosor, es especialmente indoloro e inocuo en casos dermatitis atópica o piel sensible. Siguiendo el consejo profesional y los cuidados pre-tratamiento y post-tratamiento es una opción compatible y segura. Además conlleva otra serie de ventajas como el aporte de luminosidad y colágeno a la piel, que estará más suave y con más brillo.
Cuidados pre-tratamiento y post-tratamiento recomendados
Uno de los factores generales que influye en la piel atópica y su sintomatología es la alimentación. Optes o no por iniciar un tratamiento de depilación láser uno de los cuidados básicos que debes seguir si tienes piel atópica es vigilar tu alimentación. Mantén una dieta saludable alejada de productos que pueden empeorar la situación, como por ejemplo, la cafeína o la teína.
En el caso de la depilación y más allá de consultar con un especialista previamente y tener cuidado con los brotes, el resto de cuidados serán muy similares a los del proceso de depilación en pieles sin esta afección.
Cuidados pre-tratamiento
- Evita el sol: no te expongas al sol directamente y de forma prolongada durante los 2-3 días previos al tratamiento. Si usas autobronceadores o realizas sesiones de solárium, deberás evitar estos productos o actividades al menos durante las dos semanas anteriores.
- No arranques el vello: métodos como la cera o las pinzas deben evitarse. El láser necesita que el folículo piloso esté intacto para actuar.
- Rasura la zona: es importante que rasures el área a tratar el día antes de la sesión. Esto permite que el láser actúe directamente sobre el folículo piloso sin que el vello en la superficie absorba energía innecesaria.
- Limpieza de la zona con abundante agua: asegúrate de acudir a tu sesión con la piel limpia, sin maquillaje ni cremas.
Cuidados post-tratamiento
- Protector solar: usa un protector solar de amplio espectro (de al menos SPF 30) para evitar manchas en la piel tratada.
- Evita productos irritantes: no utilices exfoliantes, retinoides o ácidos durante los días posteriores a la sesión.
- Hidratación constante: aplica cremas calmantes recomendadas por un especialista para reducir el enrojecimiento y mantener la piel hidratada. Recuerda que mantener una buena hidratación de la piel es esencial en todo momento, no solo después de la sesión.
Cómo afectan otros métodos de depilación a la piel atópica o sensible
Tal y como hemos desarrollado, la opción recomendada es la depilación láser, para estos tipos de piel el resto de alternativas presentan más desventajas e inconvenientes que puntos a su favor. No obstante, vamos a ver brevemente las características de otros métodos de depilación alternativos y cómo afectan en estos casos.
Maquina depiladora
Este sería el método menos recomendado por ser el más agresivo y con mayor número de efectos secundarios. Para obtener buen resultado requiere de múltiples pasadas por la misma zona asegurando irritación y necesidad de cuidados posteriores. Tanto la fricción continua junto con su sistema de extracción a través de dientes o tirones facilita la aparición de vellos enquistados o encarnados. La recomendación es descartar completamente esta opción en el caso de pieles atópicas o sensibles.
Cuchillas y cremas
El principal inconveniente de estos métodos es la poca durabilidad de sus resultados. La rápida aparición del vello hace que sean métodos constantes que también suponen cierto grado de agresividad para la piel, además la cuchilla puede provocar sangrados en los poros o microcortes que pueden agravar una condición de piel atópica.
Las cremas, al igual que las máquinas, deberían ser descartadas en casos de piel atópica ya que los componentes utilizados son demasiado agresivos para pieles sensibles y en el caso de dermatitis pueden incluso desarrollar otras alergias.
Depilación con cera
Si decides probar con este método la temperatura es un factor clave, lo ideal es utilizar cera fría o tibia y realizar una prueba previa en una pequeña zona sensible como, por ejemplo, la cara del antebrazo. También es recomendable que la realice un profesional para evitar fallos en la técnica como tirones en dirección inadecuada o un exceso de aplicación. En el caso de pieles sensibles completamente controladas, es factible su uso, pero completamente desaconsejable en el caso de pieles atópicas.
Si sufres de piel sensible o atópica y quieres contar con el consejo de los mejores expertos para eliminar el vello sin complicaciones, contacta con nosotros para una primera cita y evaluaremos tu caso con el mayor grado de detalle.