El verano significa sol, playa y días más largos, pero todo esto también tiene su parte negativa que es el gran reto que supone cuidarnos la piel en esta época. Las altas temperaturas, exposición prolongada a rayos UV y el aumento de la humedad son causas de algunos problemas cutáneos que pueden aparecer en los meses de calor.
Para mantener una piel perfecta en verano, es importante construir una rutina de cuidados específicos que ayuden a mantenerla luminosa, hidratada y protegida.
Cómo el verano afecta a la piel
Las condiciones climáticas en esta época del año pueden alterar el equilibrio natural de la piel y provocar diversos problemas si no tomamos las medidas adecuadas.
Factores que impactan en la salud de la piel en verano
- Exposición prolongada al sol: los rayos UV aceleran el envejecimiento de la piel, además, favorecen la aparición de manchas y pueden incluso provocar quemaduras si no se usa la protección solar adecuada.
- Deshidratación y pérdida de elasticidad: el calor y el hecho de sudar más, hacen que la piel pierda más agua, lo que puede llevar a una piel apagada, seca o con sensación de tirantez si no se hidrata correctamente.
- Aumento de la producción de grasa y aparición de imperfecciones: las condiciones que sufre la piel cuando hace calor pueden provocar un exceso de sebo, obstrucción de poros y brotes de acné, sobre todo en pieles mixtas y grasas.
- Daño oxidativo y envejecimiento prematuro: la radiación solar puede llegar a favorecer la flacidez y las arrugas.
5 consejos para mantener una piel perfecta en verano
A continuación exploramos estos 5 consejos clave para lucir una piel radiante en verano, para evitar todos los efectos negativos que puedas sufrir y conseguir una piel ideal.
1. Mantener una hidratación profunda
La pérdida de agua se acelera en los meses de calor, lo que puede provocar tirantez, sequedad y descamación. La solución a este problema es mantener una buena hidratación, te contamos cómo:
- Beber suficiente agua es fundamental, lo ideal sería beber entre 1,5 y 2,5 litros al día, sobre todo si se pasa mucho tiempo realizando actividades físicas o al sol.
- Usar cremas hidratantes, productos con ácido hialurónico, glicerina o aloe vera son una gran opción, estos ayudan a calmar la piel y a retener la humedad después de la exposición solar.
- Incluir alimentos hidratantes. Por ejemplo, frutas como la sandía o el melón son una buena idea para recuperar algo del agua que se pierde durante el día ya que favorecen a la hidratación desde el interior.
- Evitar tomar alcohol y bebidas azucaradas, el consumo excesivo de estas contribuye a la deshidratación y puede llegar a hacer que la piel se vea más apagada.
Una piel hidratada además de lucir más saludable, también es más resistente a los daños causados por el sol.
2. No olvides la protección solar
Tener una piel perfecta en verano depende en gran medida de la protección solar. La radiación ultravioleta (UV) puede provocar quemaduras y también es responsable del envejecimiento prematuro, la aparición de manchas, y en los casos más graves, puede ser un factor desencadenante de cáncer de piel.
¿Cómo proteger la piel del sol correctamente?
- Elige un protector solar adecuado: usa siempre un protector solar de amplio espectro (UVA y UVB) con SPF 50, especialmente en el rostro y las zonas más expuestas como brazos y escote.
- Aplícalo correctamente: no basta con aplicar protector una vez al día. Debes aplicar cada 2 horas o según las instrucciones del producto, y siempre después de bañarte o sudar en exceso.
- Protege tu piel con ropa y accesorios: usa sombreros de ala ancha, gafas de sol con filtro UV y ropa ligera de manga larga para evitar la exposición directa.
- Evita el sol en las horas más intensas: entre las 12:00 y las 16:00 la radiación es más fuerte, evita la exposición directa en esta franja y busca la sombra o usa una sombrilla si estás en la playa o en la piscina.
- No olvides la protección en días nublados: hasta el 80% de la radiación UV atraviesa las nubes, por lo que el protector solar es necesario incluso cuando aparentemente no hace sol.
La protección solar es el mejor antiarrugas y el mayor aliado para evitar manchas en la piel. Haz del protector solar un imprescindible en tu rutina diaria, no solo en verano sino todo el año.
3. Adapta tu rutina de limpieza facial y corporal
El sudor, la exposición al sol y el uso constante de protector solar pueden provocar que la piel acumule impurezas más fácilmente en verano. Por ello, es fundamental sostener una rutina de limpieza adecuada para prevenir la obstrucción de los poros y el surgimiento de imperfecciones.
- Elige limpiadores delicados que no tengan jabones fuertes, ya que estos pueden deshidratar la piel. Las composiciones que incluyen elementos como agua micelar, aloe vera o manzanilla son una gran alternativa.
- Realiza una exfoliación suave . Una vez a la semana es adecuado para prevenir irritaciones y conservar la piel radiante. Un factor a considerar es la temperatura del agua, una temperatura excesivamente alta puede secar la piel.
- Restos de maquillaje. En verano, la piel requiere oxigenarse más que en ninguna otra época, así que quitar todos los restos de maquillaje contribuirá a prevenir la obstrucción de los poros y el surgimiento de imperfecciones.
4. Cuida tu alimentación para mantener una piel radiante
La alimentación que elegimos afecta de manera directa la condición de nuestra piel. En la temporada estival, una dieta abundante en antioxidantes, vitaminas y ácidos grasos esenciales puede contribuir a resguardar la piel de los daños del sol, evitar la deshidratación y realzar su brillo natural.
- Las frutas y verduras que contienen gran cantidad de agua, como la sandía, el melón, el pepino y los cítricos, son aliados ideales, ya que, además de proporcionar hidratación, ofrecen vitamina C, esencial para la creación de colágeno.
- La ingesta de betacarotenos, que se encuentran en productos como la zanahoria, la calabaza y el tomate, promueve un tono saludable en la piel y aumenta su resistencia a los rayos UV.
- Resulta útil limitar el consumo de azúcar y los productos ultraprocesados, pues pueden incrementar la formación de grasa y propiciar el desarrollo de acné y otras afecciones de la piel
5. La depilación láser, tu aliada para una piel suave en verano
La depilación láser es una de las mejores alternativas para deshacerse del vello en verano y eludir los inconvenientes que generan otros métodos convencionales, además el aumento de colágeno derivado de la estimulación del láser ayuda a que la piel esté más suave y brillante.
La depilación láser disminuye la irritación y la formación de vellos encarnados, dejando la piel mucho más lisa y evitando la necesidad de depilarse frecuentemente. Previene las abrasiones y los cortes en la piel al no necesitar el uso de cuchillas ni de productos dañinos.
Se deben de tener en cuenta ciertos cuidados antes y después de cada sesión. Se sugiere evitar la exposición al sol durante al menos las primeras 48 horas.
Aplicar crema solar frecuentemente en las zonas tratadas y evitar la exposición solar prolongada.Si se busca conseguir una piel impecable en verano y dejar atrás los métodos de depilación convencionales, la depilación láser es, sin duda, la opción más adecuada.